Не ви допада? Няма проблеми! При нас имате възможност за връщане в рамките на 30 дни
Няма да сбъркате с подаръчен ваучер. Получателят може да избере нещо от нашия асортимент с подаръчен ваучер.
30 дни за връщане на стоката
Si hay un tema científico que, contra todo pronóstico, y aun a pesar de su complejidad, sigue apasionando por igual a iniciados y a profanos, a particulares y a corporaciones, a gobiernos y a legisladores, ése es sin duda alguna el de la inteligencia artificial (IA), paraguas conceptual bajo el que se cobijan, contra todo rigor científico y frente a cualquier valoración puramente epistemológica, toda suerte de tendencias, pendencias y estridencias ideológicas (de los irreflexivos fans de Matrix a los telepredicadores evangelistas del Deep South norteamericano, de los tecnorrealistas de trinchera a los tecnoescépticos de tertulia, de los luditas a los digerati). El creciente interés que despierta entre nosotros dicho tema tiene bien poco que ver con el celo científico, y suele ser reconducido generalmente hacia los más oscuros rincones de la cultura New Age y sus impresionistas (e impresionables) aledańos paracientíficos, deriva funesta y apocalíptica cuyo origen hay que buscar sin duda en la profunda relación que los más espectaculares avances en el campo de la inteligencia artificial guardan con la metafísica tradicional.